En aquel primer café
te hiciste poso,
ahora eres,
la piel de mis días,
la acera que transito,
la palabra que pronuncio,
el silencio que me llena,
la sonrisa que recorro,
el verso en el que existo,
la entrelínea que no escribo,
el aire que me acaricia,
el horizonte en mis pupilas
la distancia de mis manos,
la sombra de mi cuerpo,
la hierba que pisan mis pies descalzos,
la risa cuando lloro,
el llanto en el que río,
eres,
el beso que aún no he dado.
(MAYBE)
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